Uno de los rasgos característicos que dan identidad al entorno geográfico de San Blas, es la abundancia de los manglares, los cuales llenan de vida al hermoso litoral y nos regalan magníficos espacios naturales como los canales de La Tovara.
Los humedales costeros, en especial los manglares, cumplen con una gran variedad de funciones ambientales, ya que son zonas de alimentación, refugio y crecimiento de las crías de crustáceos y peces, por lo que sostienen gran parte de la producción pesquera.
También protegen nuestras costas, pues actúan como barrera natural, resguardando a la población de inundaciones cuando se aproxima algún huracán o fenómeno climatológico; mejoran la calidad del agua al funcionar como filtro biológico y contribuyen en el mantenimiento de procesos naturales tales como cambios en el nivel del mar.
Además, son utilizados como leña para preparar el incomparable sabor del pescado sarandeado, cabe destacar que para estos fines, existen permisos especiales de parte de la Semarnat, otorgados a miembros del Ejido La Palma, quienes se encargan de dar mantenimiento a los canales de navegación de La Tovara mediante una poda controlada y durante este proceso se hace la recolección de los restos al igual que se aprovecha para recoger mangle muerto.
De este modo los propietarios de los restaurantes de las palapas se abastecen de la madera que les permite realizar tan deliciosas preparaciones, siempre cuidando el patrimonio natural que caracteriza a este bello puerto.
Desafortunadamente, en todo el mundo se ha visto disminuido el número de manglares hasta en un 35% en los últimos años, por lo que cuidarlos es vital para su conservación, como has visto, nos aportan demasiado a la comunidad, así que razones sobran.
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